MI COLECCIÓN

Cuando tenía 8 años mi papá me regalo un obsequio más bien curioso; al principio se me había parecido a un simple libro, pero cuando lo abrí descubrí que sus hojas eran brillantes de un color amarillo y lo más raro, estaba vacío. Fue ahí cuando empecé a preguntarme qué utilidad tendría un libro sin nada escrito adentro. Y sin hallar respuesta alguna decidí llamar a mi papa y preguntarle que tenía todo esto de especial.

Era sin que lo sospechara un libro para coleccionar stickers. Nunca antes los había visto pero de repente empecé a sentir un gran deseo de tenerlos todos. Todas las películas de Disney tenían una papeletica con sus personajes, los hielos de coca cola también sacaron su versión; Y cuando menos pensé ya varias de las hojas estaban repletas de estos papelitos.
En un viaje a los 10 años encontré lo mejor que podía llegar a tener mi colección. Una edición de más de 1000 stickers con animalitos, personas, deportes, cosas, todo lo que alguna vez pude imaginar; sin embargo no era hija única y tuve que regalarle la mitad a mi hermana , que como no los guardaba se los puso en la camisa y en la cara y termino perdiéndolos todos.
Pasaron varios años mientras complete todas las hojas de mi libro; hasta que un día en un viaje entre a un almacén increíble. Todos los estantes estaban llenos de pequeñas figuritas, hojas con estampados hermosos, stickers para todas las épocas del año y fiestas que se celebran. La gente compraba todos los implementos para crear un libro de recuerdos; con fotos, memorias, y demás cosas que nos quedan de los momentos vividos. Y claro!, ahí descubrí que ese era el final de mi colección de stickers y el principio de los scrapbooks.

A los pocos meses ya había hecho más de dos, y de verdad que lo gozaba más que cualquier otra cosa antes vista. Dibuja, pegaba, pintaba, creaba y diseñaba, como si todos mis hobbies se complementaran en uno solo.
Y aquí fue donde descubrí que esa colección que tuve por años podía tener una gran utilidad cuando me ayudan a decorar un momento de felicidad como de los tantos que tenía en mis nuevos libros de recuerdos.